Un acreedor puede rechazar tu solicitud si considera que no aportaste pruebas suficientes o si sospecha que las transacciones fueron autorizadas. Por ejemplo, si no presentas un informe policial o una declaración jurada ante la FTC, es posible que tu caso sea desestimado. En algunos escenarios también se desconfía de fraudes internos cometidos por familiares, lo que complica aún más la revisión.
Otra causa frecuente es el interés económico de la entidad. Investigar a fondo un reclamo representa costos y tiempo, por lo que algunos acreedores optan por responsabilizar al consumidor en lugar de asumir la pérdida. Esto puede dejar a la víctima con deudas fraudulentas y un historial crediticio afectado.
No obstante, tanto la normativa de California como la legislación federal obligan a las instituciones financieras a revisar seriamente los reclamos de robo de identidad. Si un acreedor no cumple con este deber, tienes mecanismos legales para hacer valer tus derechos.




