Los acreedores pueden rechazar un reclamo por robo de identidad por varias razones, comúnmente citando la falta de evidencia suficiente o discrepancias en la documentación proporcionada. Si el fraude no se reportó de manera oportuna, o si el acreedor cree que estuviste involucrado o fuiste negligente, podrían rechazar tu solicitud para eliminar los cargos fraudulentos. Incluso cuando presentas un informe válido, algunos acreedores actúan de mala fe o no investigan adecuadamente.
Un problema común es no presentar un informe de robo de identidad completo. Para respaldar tu reclamo, debes proporcionar un informe de la Comisión Federal de Comercio (FTC), un reporte policial, una carta disputando la cuenta fraudulenta y una prueba de tu identidad. Si falta alguno de estos documentos o está incompleto, tu reclamo podría ser rechazado por razones procedimentales.
A veces, los acreedores argumentan que la cuenta en cuestión muestra señales de tu participación—como direcciones compartidas, correos electrónicos familiares o patrones de uso consistentes. Estas suelen ser coincidencias erróneas, pero pueden causar un rechazo si no presentas evidencia convincente que demuestre lo contrario. En otros casos, errores administrativos pueden hacer que el sistema no marque la cuenta como fraudulenta.
Si tu reclamo es rechazado, no te des por vencido. Puedes disputar la cuenta nuevamente, solicitar una explicación por escrito del acreedor bajo la Ley de Informe Justo de Crédito (FCRA) y enviar evidencia adicional. También puedes considerar trabajar con un abogado de protección al consumidor para hacer valer tus derechos y obligar al acreedor a investigar correctamente tu caso.