Sí, es posible que usted emprenda acciones legales contra una persona que haya robado su correspondencia y la haya utilizado para cometer un robo de identidad. El robo de correspondencia constituye un delito federal conforme al Código de los Estados Unidos, sección 18 § 1708. Si el correo sustraído fue empleado para abrir cuentas fraudulentas o acceder a su información financiera personal, también podría existir un caso civil sólido contra el responsable. En muchos escenarios, el autor material puede ser desconocido, pero aun así es factible presentar reclamaciones contra empresas o acreedores que, de manera negligente, hayan aceptado solicitudes fraudulentas.
En un tribunal civil, usted tiene la posibilidad de solicitar una indemnización por los daños financieros y emocionales ocasionados por el robo de identidad. Esto puede incluir fondos perdidos, afectación a su historial crediticio y el tiempo invertido en reparar su crédito. Si usted demuestra que una empresa no verificó debidamente la identidad o pasó por alto señales claras de fraude, dicha entidad podría ser considerada responsable bajo leyes de protección al consumidor, como la Ley de Informe Justo de Crédito (FCRA) o la Ley de Protección contra el Robo de Identidad de California.
Es fundamental que usted documente todos los aspectos del robo. Conserve los informes presentados ante el Servicio de Inspección Postal de los Estados Unidos, la Comisión Federal de Comercio (FTC) y las autoridades locales. Asimismo, guarde los registros de disputas con acreedores, las pruebas de cuentas fraudulentas y toda la correspondencia que respalde su reclamación.
Se recomienda que usted consulte a un abogado especializado en protección al consumidor, quien podrá evaluar la solidez de su caso y asistirle en el proceso legal. En la Oficina Legal de Balam O. Letona, apoyamos a clientes que han sido víctimas de robo de identidad, incluyendo aquellos casos relacionados con el robo de correspondencia.