El fraude por intercambio de SIM—también conocido como secuestro de SIM—ocurre cuando un estafador convence a tu compañía telefónica de transferir tu número a una nueva tarjeta SIM que él controla. Una vez que obtiene el control de tu número, puede interceptar mensajes de texto y llamadas, incluyendo aquellos utilizados para la autenticación de dos factores (2FA), dándole acceso no autorizado a tus cuentas en línea.
Este tipo de robo de identidad es especialmente peligroso porque elude las medidas de seguridad estándar. Los hackers suelen comenzar recopilando información sobre ti a través de correos de phishing, filtraciones de datos o redes sociales. Con suficientes datos, se hacen pasar por ti y logran convencer a un agente de servicio al cliente para transferir tu número a su dispositivo.
Una vez que tienen éxito, el atacante puede acceder a tus cuentas bancarias, correos electrónicos, criptomonedas y redes sociales. Pueden restablecer contraseñas usando el número robado e incluso dejarte completamente fuera de tus cuentas. Esto no solo causa pérdidas financieras, sino que también pone en riesgo tu identidad digital y tu reputación en línea.
Para protegerte, usa autenticadores basados en aplicaciones como Google Authenticator en lugar de SMS, crea un PIN fuerte con tu proveedor móvil y limita la información personal que compartes en línea. Si notas una pérdida repentina de señal en tu teléfono, actúa de inmediato—podría ser una señal de que tu número ha sido secuestrado.