Algunos ejemplos habituales de prácticas de cobro desleales son:
- Demandarle por una deuda que no tiene.
- Llamadas repetidas o excesivas para acosarle o molestarle.
- Amenazas de acciones legales o arresto sin intención de cumplirlas.
- Tergiversación del importe adeudado, como inflar el saldo o añadir comisiones ilegales.
- Ponerse en contacto con usted en el trabajo después de que les haya pedido que no lo hagan.